25 años en Armony:
entrevista a Adelchi Bortolin
En el segundo capítulo de Armony Equa, Our People, hemos explorado el valor del capital humano, que se subdivide en tres recorridos fundamentales: inclusión, bienestar y tutela del talento.
Precisamente el aspecto de la cultura del talento, es el que surge de esta interesante entrevista a Adelchi Bortolin, Responsable administrativo y financiero, llamado a enfrentar junto con la empresa los cambios y desafíos de nuestro tiempo

Adelchi Bortolin, una larguísima carrera empresarial. ¿Cómo ha iniciado este recorrido, de qué te ocupas actualmente en Armony y qué es lo que te ha llevado a formar parte de este proyecto durante todos estos años?
He llegado a Armony el 1 de septiembre de 1999, por lo tanto ya han pasado 25 años. Antes he trabajado en una administración pública de tipo militar, que me ha dado un planteamiento sólido por lo que concierne el respeto de los cargos y de los procedimientos. Luego he trabado por 10 años en una mueblería, en la cual se producían cocinas y donde he desempeñado todos los cargo en contabilidad hasta llegar a ser responsable administrativo. Actualmente soy responsable administrativo y financiero en Armony, en donde he vivido un largo período constelado de muchos cambios dentro de la empresa.
¿Cómo se ha desarrollado tu trabajo en el curso de estos años y al mismo tiempo cómo piensas se haya evolucionado Armony y su cultura empresarial?
Armony es una empresa que ha siempre crecido, con una marcada inclinación hacia la internacionalización. A inicios de los años 2000 era propensa al desarrollo comercial sobre todo en el mercado de Italia y se presentaba poco a poco a los mercados extranjeros. Sobre todo Francia, Bélgica y Luxemburgo, y un poco maculada en el resto del mundo.
Por lo tanto, hemos tenido que enfrentar, por lo que concierne el aspecto contable, los problemas resultantes de una gestión financiera específica para esos mercados. En este período de desarrollo de la empresa han habido también períodos negativos. Me refiero a la crisis de los subprimes de 2008 que ha afectado la economía mundial y al Covid, que en 2020 nos ha obligado a interrumpir las actividades productivas y por consiguiente a manejar trámites para las moratorias con proveedores, bancos, leasings, etc.
Pero tanto en los nuevos desafíos comerciales, como en los momentos de crisis, he siempre tenido el apoyo y percibido la confianza de los administradores, incluso en el momento en que las elecciones que había que tomar eran muy difíciles. También por esto pienso que la empresa haya salido de los momentos difíciles de modo positivo, para todas las partes implicadas.
¿Cuántas persona constituyen tu departamento y cómo ha cambiado en estos años?
En el lejano 1999, en el primero y en aquel entonces único establecimiento de Mansuè, éramos cuarenta obreros y 25 empleados aproximadamente. Actualmente somos 160 dependientes, puesto que en 2019, año preCovid, se ha implementado el establecimiento de Caneva, por lo tanto una nueva sede programada en líneas productivas muy tecnológicas, que luego en 2020 hemos tenido que parar por algunos meses, como antes citado. Pero, afortunadamente, hemos arrancado nuevamente, ya que el mercado ha continuado a pedir nuestros productos.
Los productos de Armony, por lo tantos las cocinas de Armony, son la síntesis de una relación privilegiada que tiene la empresa con el territorio. ¿Cómo se percibe este aspecto, o al menos cómo lo percibes tú, en el trabajo de todos los días?
Desde el punto de vista administrativo, puedo sólo decir que los números y los papeles hablan de una fuerte relación con nuestros proveedores locales, que forman parte de un sector de excelencia relacionado con el mundo del mueble. Esta es una relación que crea un alto valor, que luego los clientes encuentran en el producto final. Son sinergias que se perciben no tan solo en mi departamento, sino que encuentro también con los colegas responsables de las compras o del área técnica.
¿Piensas que Armony pueda definirse una empresa people-centric, o sea una empresa que pone a las personas en el centro, las estimula y valoriza sus respectivas potencialidades y características?
Puedo decir que los administradores han siempre transmitido un mensaje que considero realmente importante y que marca la diferencia en la calidad del trabajo de los dependientes: dar la máxima libertad a cada responsable de elegir el recorrido más adecuado para las aspiraciones del personal que coordina. Una actitud que ha sido sostenida por la inversión en el área de los recursos humanos. Creo que sea algo concreto, que demuestra la voluntad de valorizar el capital humano por parte de los directivos empresariales.

¿Qué importancia tienen para ti las relaciones humanas en el ámbito empresarial?
Según mi mentalidad he siempre dado mucha importancia a las relaciones interpersonales y a las relaciones humanas, tanto con los colegas como con los organismos externos con los cuales colaboro, como los institutos de crédito, antes que los distintos asesores que tienen relaciones de tipo administrativo con la empresa. Relaciones que he siempre planteado en una óptica de máxima transparencia, ya que estoy plenamente convencido que es mejor enfrentar un problema enseguida antes que evitarlo. Aunque pueda ser visto como “rigor”, en realidad a la larga es un criterio que ha recompensado y que me ha permitido construir relaciones sólidas y de valor.

¿Qué recomendarías a un joven, y hay muchos actualmente, que han recién terminado los estudios y que quieren comenzar una carrera en este sector?
El consejo que puedo dar a los jóvenes es de sacar lo máximo de las primeras experiencias, de construir un bagaje lo más rico posible de conocimientos. De aprovechar de cualquier oportunidad para aprender cosas nuevas, como los cursos de formación que la empresa permite a los dependientes poder sostener. Además les diría que, en un mundo que actualmente va tan rápido, es difícil encontrar el paraíso en el trabajo ya en la primera experiencia, por lo cual no es el caso de detenerse sino, repito, sacar lo máximo del provecho de cualquier experiencia laboral para poder enfrentarse con una nueva.
Con Armony Equa, la empresa está reforzando su recorrido virtuoso relacionado con la sostenibilidad y el bienestar empresarial. ¿Qué significa este tipo de recorrido y cómo cambia la relación con los organismos con los que tienes que ver todos los días?
En el ámbito productivo Armony ha siempre prestado atención a la sostenibilidad y ha siempre sido un elemento básico; pero desde hace varios años nos enfrentamos con este tema también en el ámbito administrativo, tanto a nivel interno, con procedimientos optimizados para el ahorro de papel y energía, como con la red de socios externos, por ejemplo los bancos. Con ellos, precisamente desde el punto de vista de ESG, estamos ya trabajando para llegar a la definición de los balances de sostenibilidad, que serán obligatorios en los próximos años, para realizar la síntesis del impacto ambiental, social y económico utilizando criterios uniformes a nivel europeo. Armony ya estará lista. Seguramente, habrá, no quiero decir grandes reformas, sino una reexaminación de los que son los planteamientos actuales de todos nosotros dependientes en una óptica de sostenibilidad, pero es un desafío que acogemos con positividad y responsabilidad.
De hecho más que “desafío”, la llamaría “oportunidad”, para hacer nuestra parte en el contexto de la transición ecológica que nos llama a ser todos protagonistas.
Por último, ¿cuál será el recuerdo principal de esta larga y bonita experiencia en Armony?
No quisiera ser redundante, pero llevaré conmigo un gran recuerdo de las relaciones humanas que he logrado construir tanto en la empresa como en el extranjero.


Con el proyecto de ARMONY EQUA, deseamos dar conocimiento a nuestros clientes y a todas las personas que se pondrán en contacto con Armony Cucine, del compromiso y del recorrido para la búsqueda de nuestra armonía, con el planeta y con las personas que lo habitan.
En el próximo artículo hablaremos de la comunidad que nos rodea y de cómo actuamos con la misma un intercambio de valor continuo. De nuestro territorio y de la habilidad artesanal que lo distingue recibimos competencias, habilidades y materiales. Valor que devolvemos bajo forma de iniciativas, programas específicos y colaboraciones, que incluyen el sector del mueble y no solo esto.
